ASOCIACIÓN CÁMARA NACIONAL DE COMERCIANTES DETALLISTAS Y AFINES      88181723 de 8 AM a 5 PM L-V

HISTORIA

La Asociación Cámara Nacional de Comerciantes Detallistas y Afines, es una asociación gremial creada en Diciembre de 1.994, y debidamente registrada en el Protocolo del Licenciado José María Araya, el Acta Constitutiva de 19 de diciembre de 1944:   Es así como “Se procedió a la instalación de una Junta Directiva que estudiará el problema creado con la huelga recientemente decretada con motivo del alza injustificada de las patentes acordadas por el Municipio.”

La Junta Directiva de entonces fue integrada de la siguiente forma: Presidente Carlos Quince Morales, Vicepresidente Gregorio Aguilar Sibaja, Secretario Elías Villalta, Prosecretario Enrique Odio Herrera, Tesorero Víctor Gei Bernini, Fiscal Delfilio Alvarez Agüero, Primer Vocal Fausto Hidalgo Solano, Segundo Vocal Francisco Chacón Benavides, Tercer Vocal Juan Vargas Vargas, Cuarto Vocal Mario Vargas Barrantes, Quinto Vocal Carlos Zamora Umaña.

En 1944 nació  el Gremio Nacional de Patentados cuando un grupo de comerciantes de licores se opusieron a un desmedido incremento en las patentes municipales de la ciudad de San José.  Su trabajo se desarrollo en los vaivenes de la segunda guerra mundial y en medio de los cambios políticos que sufría la Costa Rica de ese momento.

En esa época la pulpería, juega un papel relevante en el desarrollo de las comunidades.  La vida económica y social de los pueblos tenía su punto de origen y contacto allí.  Los negocios detallistas están vinculados a la vida nacional, a la cultura y a nuestra razón de ser. 

Por la amplia prestación de servicios que ofrecen, se constituyen en el centro de la reunión de personas de distintas edades, el correo, las noticias, el chiste, el comentario político y deportivo sucedían y suceden en torno al mostrador o al corredor de un negocio, por lo que la lucha por la defensa de estos empresarios, era la lucha por el desarrollo de Costa Rica

Como se vislumbra, en el planteamiento de creación de la entidad, el tema de los licores y los cigarrillos han estado presentes en la vida diaria de las Cámara, por medio de diferentes luchas que se han emprendido para defender los intereses de los empresarios detallistas.

El Gremio de Patentados tuvo una activa vida y pronto en Alajuela, Cartago y otros lugares se constituyeron directivas de apoyo a su iniciativa

La guerra civil de 1948 dividió a los integrantes del Gremio Nacional de Patentados.  Desde  diciembre de 1947 hasta mayo de 1948 no se reunieron formalmente.  Al volver a juntarse se reorganizaron bajo el nombre de Cámara Nacional de Comerciantes Detallistas, con el fin de integrar a otras actividades comerciales, tales como la venta de abarrotes.

 Desde entonces se ha manejado una visión total hacia el sector y se ha trabajado en el mejoramiento de la actividad con base al mejoramiento personal y empresarial.

La primera Junta Directiva de la entidad bajo la razón social de  Cámara Nacional  de Comerciantes Detallistas la integraron: Presidente Ricardo Quesada Gutiérrez, Vicepresidente José Angel Vargas Rojas, Secretario Ramiro Mata Arias, Prosecretario Mario Boza Morales, Tesorero Eloy Salazar Berrocal, Fiscal Alfonso Díaz Méndez,  Primer Vocal Guillermo Rojas, Segundo Vocal Claudio Solano Ibarra, Tercer Vocal Guido Contreras, Cuarto Vocal Manuel Fernández, Quinto Vocal Antonio Cabezas.               

Pasaron los cuarentas y la Cámara se sumergió en la reconstrucción y en la conciliación nacional.  Con el arduo trabajo y la férrea defensa de los intereses los pequeños comerciantes fue adquiriendo una personalidad y una imagen de respeto, por su siempre proactiva participació0n en defensa del gremio y de apoyo a los consumidores.

Los años sesenta encuentran a un  país en pleno desarrollo económico.  Aparecen los supermercados y los detallistas salen a Estados Unidos a estudiar nuevas formas de comercialización, lo cual fue posible gracias a una alianza que se hizo con la AID, Agencia Internacional para el Desarrollo de los Estados Unidos, y en 1963, empresarios detallistas fueron becados para conocer formatos comerciales de Puerto Rico y Estados Unidos. A su regreso y con grandes expectativas y novedosas ideas, iniciaron el proceso de cambio comercial, buscando alternativas que beneficiaran al comercio detallista, y es así como se crearon diferentes centros de distribución siendo el primero en el año 1965, cuando se creó la primera cadena de detallistas, hasta llegar a tener nueve cadenas a nivel nacional, las cuales se constituyeron en un gran apoyo para los detallistas que no tenían suficiente poder de negociación, y requerían buscar buenas negociaciones, lo cual se lograría por medio de las compras de volumen

En la década de los setenta, el país entra en proceso de cambio vertiginoso, y la Cámara con apoyo de muchas empresas inicia un programa de capacitación, para dotar a los detallistas de conocimiento y destrezas que les permitieran ser más competitivos y mantenerse en el mercado.

Es así como en los años venideros, el trabajo se enfocó en desarrollar otros elementos que generaran competitividad en el sector, con el uso de tecnología.  Se trabajó no solo en capacitación, sino en el convencimiento de los empresarios detallistas, sobre las bondades del código de barras, el beneficio del manejo de Inventarios por medio de computadoras y los más importante en el cambio del formato de los negocios.

Es así como en la década de los ochenta, se hace un intenso trabajo con una fuerte campaña entre los empresarios detallistas de abarrotes para que abrieran sus negocios al consumidor,  “transformado su negocio de mostrador en autoservicio y dejen que su cliente ingrese a su negocio”.

También con el fin de apoyar el bienestar integral del empresario detallista, se firman convenios con la Caja Costarricense del Seguro Social, para los detallistas, se pudieran asegurar como trabajadores independientes.  Además se firmaron sendos convenios con el Instituto Nacional de Seguros, para que el detallista protegiera su patrimonio, ante un incendio, un temblor  y/o un terremoto con  tarifas preferenciales, así como una póliza colectiva de vida, donde el detallista, garantice estabilidad económica a su familia en caso de fallecimiento.

En esa época difícilmente estábamos en el mapa de los funcionarios públicos, pero en el año 1994, en la Administración del expresidente Figueres Olsen, se logró que el Ministerio de Economía, Industria y Comercio declarara a la Cámara Nacional de Comerciantes Detallistas, como entidad de interés público, por el trabajo y el apoyo que realiza en beneficio del desarrollo, fortalecimiento y permanencia de la micro, pequeña y mediana empresa comercial y de servicio.  A partir de ese momento, las demás entidades públicas que tienen que ver con el desarrollo de la micro, pequeña y mediana empresa, ponen sus ojos en nuestro sector generando convenios que de una u otra forma tienen como objetivo el fortalecimiento del sector detallista, como es el caso del Instituto Nacional de Aprendizaje

Adicionalmente, en 1996 nos integramos a la ORGANIZACIÓN DEL COMERCIO DETALLISTAS DE LAS AMÉRICAS, entidad que agrupa a todas las entidades gremiales del comercio detallista de América y el Caribe.

En el año 1.998 se modificó el acta constitutiva de la Cámara Nacional de Comerciantes Detallistas, y se agrega la palabra afines, y es así como después de más de cincuenta años de su fundación, la Cámara cambió su nombre a Cámara Nacional de Comerciantes Detallistas y Afines, y con ese cambio, se abrió oficialmente a otras actividades que se estaban desarrollando en el mercado como las floristerías, los café internet, entre otros, lo cual genera nuevos miembros de las más diversas actividades.   Actualmente la Cámara tiene negocios de todo tipo, incluso de servicios. 

Con el cambio de siglo, y sobre todo con la proliferación de las grandes corporaciones comerciales, los detallistas deciden dar un giro de 180 grados a sus negocios, implementando otros servicios complementarios o adicionales a su actividad principal, como las panaderías, cuando una empresa instaló hornos en diferentes negocios para vender pan fresco y repostería y por ende la Cámara debía estar preparada para enfrentar las nuevas demandas de sus asociados, las cuales cada vez más y de mayor complejidad.

Como una forma de fortalecer el trabajo que realiza la Cámara en beneficio de la micro, pequeña y mediana empresa comercial y de servicios, desde inicios de la década del 2000, somos miembros activos de la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado, UCCAEP, donde hemos ocupado un puesto en el Concejo Directivo

En esta década, como parte del soporte y apoyo en el desarrollo empresarial al asociado, se establece una alianza con el Instituto Nacional de Aprendizaje, y se firma un convenio para capacitar a los empresarios detallistas, con un programa integral, diseñado a la medida del sector, y que se denomina “Técnico en Administración de Comercio al  Detalle”.

En estos procesos de cambio, y de alianzas estratégicas, fuimos acreditados por el Ministerio de Economía, Industria y Comercio, como una CREAPYME, figura que tiene el objetivo de ampliar el apoyo que el Ministerio le da a las micros, pequeñas y medianas empresas. 

El éxito y la trayectoria de más de setenta años de la Cámara Nacional de Comerciantes Detallistas y Afines, están cimentados en tres grandes pilares, en primer lugar nuestros afiliados, en segundo lugar las empresas que han creído no solo en el detallista como un aliado esencial para llevar sus productos al consumidor final, sino que han apoyado a la Cámara en todos los proyectos que a lo largo de más de setenta años se han implementado, y como un tercer pilar las instituciones públicas, como el MEIC y el INA, el INS, entre otras, que han sido un gran apoyo institucional,  para el fortalecimiento de la micro, pequeña y mediana empresa, por medio de diferentes programas y proyectos que han desarrollado en alianza con la Cámara.  

Durante más de siete décadas la lucha ha sido por el respeto de la legislación y la aplicación de las leyes por igual a todos los actores del comercio.

El negocio detallista, como entidad económica, es una organización mercantil simple, con un distintivo que ha sido su ventaja competitiva, sus propietarios atienden directamente a clientes y sus proveedores, mantienen la interrelación personal constituyendo además el canal más importante para fabricantes y distribuidores, pues están a lo largo y ancho de todo el país, y por ello, la Cámara tiene un rol de facilitador de negocios entre empresarios detallistas y empresas proveedoras.

El tema de la Ley de inquilinato es fundamental para empresarios detallistas que tienen que pagar un local comercial, y por eso, la Cámara ha tenido una activa participación en leyes y reglamentos que tienen que ver con los arrendamientos,  y es así como de manera sistemática siempre ha estado presente en todo el proceso de reforma de la Ley de bienes inmuebles, pero además buscando que los dueños de micro, pequeñas y medianas empresas no sean severamente afectados con las nuevas regulaciones que conlleva el cobro de impuestos a quienes tienen su negocio en un local alquilado.

La Cámara también ha tenido que participar en el tema de los alquileres en mercados municipales,  y  constituirse en un asesor permanente de los detallistas, pero además tener un rol de intermediación para solventar decisiones que afectan al empresario detallista

Aunque la Cámara es apolítica, siempre participa en actividades que tengan que ver con el mejoramiento del sector.  La relación con el Poder Ejecutivo, el Poder Judicial y el Poder Legislativo deben ser constantes, en un marco de respeto pero exigiendo la implementación de políticas que permitan el fortalecimiento de la micro, pequeña y mediana empresa.

Es por ello, que las luchas más importantes que la Cámara debe realizar están enfocadas al combate del comercio informal, a combatir la competencia desleal, tanto de comerciantes como de proveedores, a buscar alianzas estratégicas con aquellas empresas proveedoras que estén dispuestas a fortalecer el canal detallista, por medio de beneficios y tratos diferenciados, y un trabajo arduo en las diferentes instituciones del Estado para que todas las leyes que se han creado para apoyar y fortalecer a la micro, pequeña y mediana empresa, efectivamente se apliquen, y así se coadyuve en desarrollo socioeconómico de Costa Rica.

Finalmente, y por ello menos importante es el carácter solidario que mantiene la Cámara, el cual ha sido el norte durante sus más de setenta años de existencia, por medio de la implementación de diferentes servicios y beneficios, que van desde  un fondo de ayuda al asociado hasta los seguros colectivos para proteger el patrimonio de los asociados.